Música clásica para bebés, efecto Mozart

Más de dos horas de música clásica para bebés con la que podrás estimular a tu hijo, conseguir que se relaje e inicie su desarrollo y aprendizaje de forma divertida. Benefíciate del efecto Mozart cuyos logros y eficacia han sido puestos de manifiesto a lo largo de diez años. Musicoterapia para niños y adultos, para que ambos disfrutéis de buenos momentos al escuchar música clásica. Si lo deseas puedes escuchar música clásica de manera ininterrumpida en nuestra radio de música clásica

Música en el embarazo
¿Sabías que los bebés pueden recordar las melodías que han escuchado en el vientre materno?, al menos así lo aseveran las investigaciones llevadas a cabo por un grupo de psicólogos ingleses, si esto es así, ¿qué música es la más idónea para que escuche nuestro bebé?

Para dar respuesta a esta pregunta debemos referirnos al ya conocido efecto Mozart, que nos habla de los beneficios que produce el  hecho de escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart, algunos de éstos serían:

Ayudar al desarrollo la inteligencia de los niños
Desarrollar las habilidades para la lectura y la escritura, del lenguaje verbal, de habilidades matemáticas, de la capacidad de recordar y memorizar
Atenuar los efectos de algunas determinadas enfermedades como el Alzheimer

¿Qué música prefiere nuestro bebé?
El mismo grupo de estudio que defiende la teoría del recuerdo musical también afirma que a partir del año de edad, los bebés tienen preferecia y son más receptivos ante la música  viva y rápida como «Las cuatro estaciones», de Vivaldi, ayudándoles a desarrollar sus capacidades intelectuales o habilidades musicales a largo plazo.

Música para bebés

¿Conoces el efecto Mozart? Si quieres que tu bebé disfrute de un sueño sereno y relajante, modula los altavoces y déjale escuchar esta música relajante para bebés. Música para dormir bebés y también adultos con la que poder conciliar un sueño profundo.

¿Qué es el efecto Mozart?
A partir de 1993 comenzaron a surgir estudios que trataban de demostrar cómo la audición de la música de Mozart tiene efectos que benefician a nuestro organismo. Si bien es cierto que no permanete, se demostró un aumento del rendimiento intelectual.

Una justificación radica en la similitud existente entre la música y la actividad cerebral en lo que a frecuencias de activación y a sus cambios espacio-temporales se refiere.

La segunda justificación parece descansar en la capacidad que tendrían las melodías de este autor para activar áreas del cerebro que otros tipos de música no consegurían activar, en concreto las relacionadas con las emociones, las auditivas (como algunos otros tipos de música), la coordinación motora y la visión.

Además de esto los mismos estudios han detectado más  beneficios sobre el ser humano en general: ayudar a desarrollar la inteligencia de los niños o atenuar los efectos de determinadas enfermedades como el alzheimer.

Entre los niños, jóvenes y adolescentes, en concreto, se ha concluido que  al menos media hora de escucha musical o de aprendizaje de algún instrumento potencia la efectividad de sus sistemas inmunológicos.

Sin embargo, no debemos limitarnos a este compositor, la música armónica de Chopen, Beetthoven o incluso grupos contemporáneos también podrían influir positivamente en nuestro bebé.