Saber hasta dónde llegan nuestros límites es esencial para mantener relaciones sanas y sentirnos bien con nosotros mismos. Para muchas personas sin embargo, este concepto es relativamente nuevo, porque están acostumbradas a ser complacientes con todo el mundo dejando muchas veces de lado sus propios intereses.
Normalmente nos encontramos en situaciones en las que nos es difícil decir que ¨NO¨ a personas. Puede ser por sentimientos de culpa, o porque se vive a menudo como un obligación, para tratar de complacer a los demás.
Cuando aprendemos a respetar nuestras propias necesidades y límites, creamos en nosotros una sensación de mayor control y seguridad.
Es importante saber protegerse así mismo, y a la vez ser sensible y empático con los demás.
A continuación os presentamos algunas sugerencias para que podamos responder a los demás de manera respetuosa y amable sin necesidad de subyugar tu opinión:
1) Da explicaciones sin quejarte. Las personas se ponen a la defensiva y no escuchan objetivamente cuando uno se expresa de forma quejicosa. Trata de explicar lo que te molesta con calma, de forma respetuosa y amigable, de esta manera los demás lo escucharán mejor.
2) No pretendas disculparte por todo. Si has cometido un error, pide disculpas y explica las razones de tu comportamiento, pero no es necesario decir todo el rato “lo siento”. Es un hábito que te mantendrá atado a la culpa e impotencia.
3) Aprende a decir que “no” : Para que te resulte más fácil, podemos decir por ejemplo: esto no funciona para mí. Ya tengo planes hechos, voy a chequear mi agenda, etc
Aprender a poner límites sin necesidad de sentirnos culpable y sin caer tampoco en la inflexibilidad nos hará más libres y estableceremos relaciones más sanas con nuestro entorno. Para ello recuerda estos tres puntos, y empieza por hacer un examen de consciencia y a analizar como vives tus relaciones actualmente.
No será fácil, pero debes pensar siempre en que es por ti, que no hay nadie más importante sobre la faz de la tierra que tú. La gente no está acostumbrada a escuchar un NO, tampoco a que los pongas en su lugar o que les hagas saber lo que quieres.
No dejes que esas situaciones te desborden, y comienza a vivir con total libertad tu propia vida.
Quien nos ama lo que más desea es vernos felices, cada día con más intensidad y esta nueva actitud, aunque al principio les “choque” a los más cercanos, con el tiempo entenderán que tienes prioridades, que debes poner siempre en primer lugar y que nada ni nadie debe interferir en tus decisiones, pues cada quién tenemos nuestra vida y nuestra misión en ella.